Se estrenó el domingo para toda Latinoamérica la nueva temporada del programa «Rutas Mortales», de History Channel, que de esta vez acompaña a un grupo de camioneros que se aventuran por las carreteras de los Andes, recorriendo algunas de las más peligrosas vías de Bolivia y Perú. El primer episodio ha mostrado a los seis conductores realizando la travesía del llamado ‘Camino de la Muerte’, en los Yungas bolivianos.
La anterior temporada del programa fue llevada a cabo en el Himalaya, en Asia, y ahora los tres equipos de camioneros estadounidenses que hacen parte del desafío deben recorrer caminos que atraviesan la Cordillera de los Andes, arriesgando sus vidas con el fin de transportar cargas a diferentes destinos. En el primer episodio de esta temporada, el trayecto se inició en La Paz y concluyó en Rurrenabaque, una importante ciudad turística de la Amazonia.
Los equipos fueron divididos de la siguiente manera: los experimentados Hugh Rowland y Rick Yemm y los igualmente expertos Lisa Kelly y Dave Redmon componen dos de las parejas, mientras los novatos Agustín ‘Tino’ Rodríguez y Tim Zickuhr integran la última. En el programa, vemos cómo Lisa y Dave desisten en medio camino y dejan en duda su continuación en el desafío, asustados por la precariedad de la ruta, el peligro de las curvas y el riesgo eminente de muerte en todo el trayecto.
Aunque en el recorrido se ven paisajes bellísimos, la ruta que atraviesa los Yungas impresiona por la estrechez de la carretera, lo que prácticamente no deja margen de maniobra. Cualquier error de cálculo puede ser fatal, y todos los participantes se dan cuenta luego del enorme riesgo al que están expuestos, especialmente en la noche, cuando apenas se puede imaginar la profundidad de los precipicios, algunos de más de 600 metros. «Los caminos son una locura, es mil veces más peligroso que el Himalaya», asegura Lisa.
Por lo que se pudo ver en el primer episodio, la adrenalina quedará a flor de piel en todos los participantes, los cuales estarán todo el tiempo en el límite entre la vida y la muerte, necesitando nervios de acero para superar las pruebas. Grabada el año pasado durante 10 semanas en Perú y Bolivia, el programa promete muchas emociones, además de mostrar algunos de los parajes más fascinantes y a la vez peligrosos de Sudamérica.