Los Naranjos es un importante sitio arqueológico de Honduras, muy cerca del Lago de Yojoa y que fue habitado hace casi unos 3.000 años por culturas precolombinas. Allí, un parque eco-arqueológico alberga una gran cantidad de pirámides y restos cerámicos que atraen a los turistas apasionados por la historia y que al mismo tiempo desean entrar en contacto con la naturaleza.
Peña Blanca, a 84 km de San Pedro Sula, en el departamento de Cortés, es el nombre de la pequeña comunidad —de clima cálido y húmedo— situada próxima al sitio arqueológico, que es el tercero abierto al público en el país. Al sur de este parque, dotado de gran belleza natural, se encuentra el famoso Lago de Yojoa, con múltiples opciones gastronómicas y de esparcimiento.
Esta bonita zona fue habitada en tiempos antiguos por los antecesores de los lencas, los protolencas, probablemente 800 años antes de Cristo. Los Naranjos fue una importante e influyente ciudad de ese periodo y de ese esplendor hoy quedan siete grandes montículos de 7 a 20 metros de altura, que conforman el grupo principal de pirámides.
Además, el parque cuenta también con el Museo de Los Naranjos, que reúne una interesante colección de cerámicas. Entre los objetos exhibidos en el museo, podemos destacar la cabeza de serpiente tallada en el cetro y la Chichera, que sorprende por la calidad del trabajo, lo que comprueba la evolución técnica de aquellos pueblos.
Una de las características más interesantes de Los Naranjos es que no solo tiene valor arqueológico, pero también permite un contacto único y maravilloso con la naturaleza, a través de caminatas por los tres senderos que se internan en medio del bosque tropical. Un lindo puente colgante que pasa sobre el río, miradores para la observación de aves y diversas opciones para bañarse y relajarse completan un panorama imperdible.
Foto: inmediaciones del Parque Eco-Arqueológico Los Naranjos, por Los Viajes del Cangrejo (Flickr)