Si queremos biodiversidad, Bolivia es uno de los primeros destinos en los que debemos pensar: altiplanos, selvas, cordilleras y más; cuyo contraste es un deleite para los sentidos. Siendo su riqueza geográfica uno de los principales atractivos tanto para turismo ecológico como de aventuras. Presentamos en esta oportunidad, algunos de los mejores lugares que no debemos olvidar, sobre todo si es nuestra primera visita a esta joya del continente americano.
Isla del Sol
Esta isla se encuentra ubicada en el Lago Titicaca, siendo uno de sus puntos focales de atención, la gran cantidad de yacimientos Inca que posee, considerado el lugar donde nació este imperio. Posee dos embarcaderos donde los turistas llegan a través de lanchas que ofrecen sus servicios tanto para paseos de un día como pernocta, ya que la isla cuenta con diversas posadas y hoteles pequeños. El Museo del Oro de la Ciudad Sumergida, las Escalinatas del Inca o el Templo de Pilcocaina son joyas arqueológicas que no nos podemos perder.
Uyuni
Posee el mayor salar del mundo, siendo el mayor atractivo de la zona. A pesar de ser una ciudad pequeña recibe a gran cantidad de visitantes interesados en conocer parte de la historia ferroviaria y minera del país o disfrutar del Museo Arqueológico y Antropológico de los Andes Meridionales. Adicionalmente puede observarse una variedad de flora y fauna propios de la región e incluso cuenta con singulares hoteles fabricados con bloques de sal.
Potosi
Declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1987. Sus construcciones coloniales reflejan la grandeza de su historia y su imponente pasado como una de las ciudades más pobladas del mundo gracias al movimiento comercial producto de la explotación de las vetas de plata que corren por sus suelos. Entre los principales atractivos se encuentran: La Casa de la Moneda; el cual es el principal museo de la ciudad; el cerro Rico de Potosí, la Torre de la Compañía y el Convento Museo de Santa Teresa.
Coroico
Adorable y pintoresco pueblo que ofrece un clima agradable que propicia las caminatas tranquilas y descansos a la vez que ofrece lugares para practica de deportes extremos como el parapente o recorrer en bicicleta el afamado “Camino de la Muerte”, denominado así por ser un tramo sinuoso, estrecho y al borde de precipicios. Su hidrografía crea maravillosas cascadas y ríos que invitan a disfrutar revitalizantes baños mientras se observa la flora y fauna local, como orquídeas, mariposas y variedad de aves.
Tarija
El clima templado de la zona nos invita a degustar sus vinos locales y socializar con sus agradables habitantes, mientras se acompaña alguno de sus variados y gustosos platos típicos. Sus viñedos son muy populares y se ofrecen visitas tanto a ellos como a sus bodegas. Esta región es muy rica en cuanto a museos y tradiciones; podemos recorrer el Museo Paleontológico y Arqueológico, la Maison d’Or, el Observatorio Astronómico de Santa Ana o el Museo La Casa del Moto Méndez o disfrutar de la Feria Vendimia Chapaca en Calamuchita en marzo, la Feria de la frutilla en noviembre o la Feria textil en junio, por mencionar algunas.
La variedad turística que nos ofrece Bolivia es extraordinaria, siendo muchos de estos lugares verdaderas sorpresas escondidas dentro de un país de contrastes y gente amable. Quedando claro que este tesoro del Sur de América es mucho más: es historia, es gastronomía, es naturaleza en pleno. No se queden sin visitar esta maravilla que tenemos a nuestro alcance.
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Imagen de Otsuka88 vía Pixabay.com bajo licencia creative commons.