En el norte de Chile, San Andrés de Pica se destaca como un destino turístico singular, con sus múltiples balnearios termales —conocidos como cochas— en pleno Desierto de Atacama, lo que la convierte en un auténtico oasis que invita a los viajeros a disfrutar de su encanto.
San Andrés de Pica, o simplemente Pica, se encuentra a 114 km de Iquique, la capital de la Región de Tarapacá. El trayecto no toma más de 1 hora y media por carretera, por lo que la ciudad recibe a una buena cantidad de turistas, especialmente los fines de semana, cuando muchos visitantes llegan desde varios puntos de Chile, atraídos sobre todo por los baños termales.
Las Termas de Pica tienen aguas que alcanzan una temperatura de casi 33ºC y poseen propiedades terapéuticas, especialmente para los huesos y el sistema respiratorio. La Cocha Resbaladero, bastante concurrida, es una piscina natural situada en medio de las rocas, con dos cuevas desde donde fluye el agua.
Pero más allá de los balnearios, Pica también cuenta con otros atractivos. Uno de ellos es la Iglesia de San Andrés, concluida en 1886 y que tiene dos torres, además de una bóveda en forma de cruz; es en este lugar que se lleva a cabo la Fiesta de San Andrés, todo 30 de noviembre. Por su parte, el Museo Municipal alberga una muestra arqueológica y paleontológica, así como artesanías de la región.
A su vez, el barrio histórico de Pica está conformado por bonitas y antiguas casas que cuentan la historia de este lugar y poseen típicas mamparas que se abren a media altura. La pintoresca y apacible Plaza de Pica es el centro de esta ciudad, que tiene a interesantes localidades en las cercanías, las cuales también vale la pena visitar, como Matilla y La Tirana, entre otras.
Foto: Plaza de Pica, por Aeveraal (Wikipedia)