En la región central del departamento de Santa Cruz, en Bolivia, se encuentra un hermoso lugar de notable belleza escénica, diversidad de flora y fauna y maravillosos paisajes: se trata del Valle de Tucavaca, una reserva natural formada por lindas serranías donde se dice que el turista está más cerca del cielo.
La belleza del Valle de Tucavaca atrae cada vez más turistas, deseosos de conocer este sitio ubicado a unos 430 km al este de Santa Cruz de la Sierra, la pujante capital departamental. Hasta allí es posible llegar tanto por carretera como por tren, en un recorrido que conduce hasta Roboré, ciudad que tiene a casi un 40% de su territorio formado por estos bellísimos paisajes.
El valle es una reserva municipal que alberga diversas especies de la fauna boliviana. En este fantástico lugar, habitan más de 100 especies de mamíferos y otro número similar de diferentes reptiles y anfibios; además, 328 especies de aves están allí, así como 83 especies de peces, que viven en las aguas del Río Tucavaca. Pumas, monos, parabas rojas y tucanes son solo algunos de los animales encontrados en Tucavaca.
Con relación a la hermosa vegetación, está conformada por más de 1.500 especies de plantas, muchas de ellas típicas de la región. No por casualidad este es considerado el bosque seco tropical mejor conservado en todo el planeta, con árboles como el tajibo y el curupaú destacándose en medio a la enorme diversidad natural de la zona.
Además de apreciar la naturaleza, los farallones y las formaciones rocosas que dan al lugar un panorama aun más espectacular, el turista puede aprovechar para visitar la población de Santiago de Chiquitos, distante tan solo 23 km de Roboré. Se trata de una de las últimas misiones fundadas por los jesuitas, sumándose al atractivo de la Serranía de Santiago y de la Serranía de los Cántaros, de la Cascada de los Helechos y de las Cuevas de Miserandino, que conforman un lugar formidable, el cual puede ser mejor apreciado desde diversos miradores.
Foto: Valle de Tucavaca, por Pattrön (Flickr)