Localizadas en el noroeste de Honduras, las Cataratas de Pulhapanzak son una de las maravillas de este país centroamericano. Están además entre los más espectaculares saltos de agua del continente, encantando a los turistas con sus aguas cristalinas que caen desde 43 m de altura.
Este bello lugar hondureño se encuentra a 17 km al norte del Lago de Yojoa, próximo a la ciudad de San Pedro Sula, más precisamente en la aldea de San Buenaventura, en el departamento de Cortés. Las Cataratas de Pulhapanzak están sobre el Río Lindo y es posible ingresar al balneario pagando algo entre 50 y 60 lempiras, todos los días de la semana, aunque los fines de semana son mucho más concurridos.
La belleza de las cascadas es sin duda lo que atrae a los visitantes, pero además el lugar cuenta con una buena infraestructura, compuesta por cabañas, piscina, restaurante y mirador, más allá del área de camping y de las canchas deportivas. Asimismo, diferentes senderos invitan a pasear por la zona y conocer sus atractivos naturales.
Entre los recorridos que se puede realizar en la región, se destacan los caminos que van a las cuevas o a la hacienda cercana donde es posible disfrutar de las delicias del campo, como ordeñar vacas y beber leche fresca. Otra opción es observar los paisajes y la flora y fauna locales practicando el trekking, o todavía divertirse en las 12 líneas de canopy, que prometen una experiencia superentretenida y diferente.
Además de la belleza escénica de las Cataratas de Pulhapunzak y de sus alrededores, también vale la pena conocer sus ricos vestigios arqueológicos, que pertenecen probablemente a una cultura antigua, incluso anterior a los mayas. Diferentes montículos y restos que han quedado de caminos empedrados construidos hace siglos (entre los años 600 y 900) permanecen como muestra de esta época remota. Sin duda un atractivo más de este precioso lugar de Honduras.
Foto: Pulhapanzak, por Chrishonduras
