Brasil es un país dividido en cinco grandes regiones. De todas, ninguna es tan llena de encantos como el Nordeste, del cual hacen parte nueve estados que reúnen algunos de los puntos turísticos más maravillosos del país sudamericano. Desde las playas de Natal y Fortaleza, hasta la belleza deslumbrante de Fernando de Noronha, pasando por la mística Salvador y por el impresionante paisaje de los Lençóis Maranhenses, el Nordeste brasileño es una tierra absolutamente fantástica.
Nuestro recorrido por el Nordeste de Brasil irá de norte a sur, por lo que el primero estado del cual hablaremos es el Maranhão, cuya capital es San Luis, considerada la capital del reggae en el país. Pero no solo los ritmos musicales —que también incluyen el axé y el forró— atrapan a los visitantes, ya que la arquitectura colonial también es muy apreciada. Más al leste, se encuentran los Lençóis Maranhenses, un conjunto de dunas y lagunas de agua dulce que conforman un ecosistema deslumbrante. Ya en Piauí, las opciones son Teresina, con sus varias opciones culturales e históricas, y la costa, con ciudades como Paranaíba y Luis Correia.
En el Ceará, Jericoacoara nos recibe con sus lindísimas dunas y formaciones rocosas en el mar que maravillan a cualquiera. La capital Fortaleza no se queda atrás, con sus bellas playas y modernas construcciones. En el Río Grande del Norte, se encuentra otra de las capitales imperdibles de esta región: hablamos de Natal, la ‘Novia del Sol’, donde las espectaculares dunas pueden ser recorridas a lomo de dromedario. Paraíba también tiene como principales atractivos sus playas. Las mejores ciudades para disfrutar de ellas son João Pessoa y Conde; esta última cuenta con la excepcional Tambaba, destino obligatorio de los naturistas en Brasil.
Por su parte, Pernambuco tiene dos ciudades vecinas que compiten entre sí en belleza y encanto. Son ellas Recife y Olinda, que están situadas en la costa, así como las capitales de los estados de Alagoas y Sergipe —Maceió y Aracaju, respectivamente. Todas ellas son alternativas fantásticas para relajarse en la arena y disfrutar del sol y el mar. Alagoas tiene todavía Maragogí, el denominado paraíso de las aguas, con algunas de las playas más deslumbrantes del país. A su vez, Bahía presenta la Playa del Fuerte, en el norte, y las bellas Puerto Seguro e Ilhéus, al sur. Pero es Salvador la que fascina a los turistas, con su mezcla de lindos paisajes, riqueza histórica y cultural y mucho misticismo.
Fuera del continente, ya en pleno Océano Atlántico, nos encontramos con uno de los destinos más hermosos de Brasil. Se trata de Fernando de Noronha, un archipiélago de belleza totalmente fuera de lo común. Sus lindas y tranquilas playas conforman un verdadero santuario ecológico que debe ser visitado por todos los amantes de la naturaleza. Asimismo, los aficionados al buceo tienen aquí un sitio sin igual para disfrutar de la observación de los corales y de la rica fauna marina, que incluye principalmente los delfines e incluso tiburones. Una excelente manera de cerrar nuestro itinerario por esta espectacular región de Brasil.
Foto: Playa de la Sirena, en Maceió, por Stefanie Schwarz (Flickr)