San Vicente es una bonita ciudad de Brasil ubicada en la Isla de San Vicente, en la región central del litoral paulista. Primera villa fundada por los portugueses en América, en 1532, es un lugar con mucha historia, construcciones del periodo colonial y atractivas playas que invitan a la relajación y al esparcimiento.

Distante 70 km de la capital del estado, São Paulo, y a tan solo 5 km de Santos y 8 km de Playa Grande, San Vicente (en portugués São Vicente) tiene una temperatura muy agradable, con un promedio de 24ºC en verano y 17ºC en invierno. Son cinco las playas que se distribuyen a lo largo de su orla: Playa de Itararé, Playa de los Millonarios, Playa de San Vicente (o Gonzaguinha), Playa de Paranapuã (o Playa de las Vacas, no apta para los bañistas) y Playa de Itaquitanduva.

La Playa de Itararé se destaca por el Teleférico de San Vicente, que tiene 750 metros de extensión y la conecta con el Cerro de Votoruá, proporcionando una bellísima vista. A su vez, la Playa de los Millonarios está caracterizada por los rascacielos y edificios de clase alta en la orla, mientras la Playa de Itaquitanduva se encuentra en una reserva natural y es muy buscada por los amantes del surf y de la naturaleza, debido a su hermoso paisaje, en medio a un entorno desierto.

Por su parte, la Playa del Gonzaguinha es la más animada y la de mejor infraestructura en la ciudad. Próxima al centro, dispone de una gran cantidad de bares, kioscos, tiendas y restaurantes, además de áreas verdes y un muelle desde donde se puede tomar un barco para pasear. En las aguas tranquilas de esta playa se practican deportes como la moto acuática, el wakeboard y el windsurf. Al lado está la Biquinha de Anchieta (Canaleta de Anchieta) y al frente, en el mar, se sitúa el Marco Padrão, monumento inaugurado en homenaje al cuarto centenario de fundación de San Vicente.

Entre los principales puntos de atracción turística de San Vicente se destacan también: la Plaza 22 de Enero, donde se encuentran diferentes estatuas y el Reloj de Sol; la Plaza João Pessoa, que alberga la Iglesia Matriz y el Mercado Municipal; el Museo del Esclavo, con 800 piezas acerca del tema; la Casa Martín Afonso, la más antigua construcción de albañilería de Brasil, de principios del siglo XVI); y la Casa de las Bananadas, célebre local de venta de dulces variados.

El recorrido por San Vicente aún no termina, tantas son las atracciones de esta bella ciudad histórica. Siguen el Parque da Prainha, el Parque Ipupiara y el Huerto Municipal. Turistas interesados en recuerdos deben conocer también la Feria (de dulces) de la Biquinha, la Feria de Artesanos o Feria Hippie y la Feria de Quinquilharias. Los más aventureros seguramente preferirán las sendas ecológicas, pudiendo optar por cinco diferentes: de Voturuá, Xixová, Itaquitanduva, Acaraú y De la Usina.

Todavía falta hablar de cuatro de los íconos más representativos de San Vicente: el Puente Pénsil, que conecta la isla al continente y es una tarjeta postal de la ciudad; el Cerro del Ala Delta, desde donde se vuela para visualizar la belleza de la región; y la Isla Porchat, local de casas de veraneo e importante polo de atracción turística de esta ciudad que está entre los más frecuentados balnearios del litoral paulista.

Fotos: Marco Padrão y Puente Pénsil, por Eric and Christian; y vista desde la Isla Porchat, por Denise Mayumi (todas en Flickr)


Leave a Reply

Your email address will not be published.