Hace exactamente una semana, nos hemos acercado a Basse-Terre, una de las dos grandes islas que conforman Guadalupe, en el Caribe. Ahora es el turno de conocer la otra isla, Grande-Terre, que presenta atractivos aun más maravillosos, con algunas de las playas más paradisiacas de esta fantástica región del planeta.
La isla de Grande-Terre (Tierra Grande), que está separada de Basse-Terre por el canal Rivière Salée, tiene en su litoral sur las playas más lindas del país, y por ese mismo motivo concentra la mayor cantidad de hoteles y turistas. El recorrido comienza en Pointe-à-Pitre, principal ciudad guadalupense y sede del aeropuerto internacional. La Basílica de San Pedro y San Pablo, los mercados de especias y el manglar que la rodea son algunos de los atractivos.
En Pointe-à-Pitre el panorama arquitectónico varía entre edificios coloniales y construcciones modernas, en una interesante combinación. Dos museos sobresalen en la oferta turística: el Museo Schoelcher, que contiene una colección de diferentes objetos relacionados a la época de la esclavitud, así como otros pertenecientes al abolicionista Victor Schoelcher; y el Museo Saint-John Perse, dedicado al poeta Alexis Léger, ganador del Premio Nobel.
Pero es en Le Gosier que el turista se da cuenta por qué esta zona del país es tan visitada. En los alrededores de la ciudad se encuentran la Playa del Anse du Mont y la Playa del Petit Havre, dos hermosos sitios donde el bañista puede relajarse en la arena y contemplar el maravilloso espectáculo del sol que ilumina el mar y la costa de este privilegiado lugar. La imagen es de tarjeta postal.
En Le Gosier también se destacan diferentes atractivos, como el Fuerte Fleur d’Épée (Flor de Espada), una fortificación construida a mediados del siglo XVIII y que contiene pequeñas salas unidas por un sistema de galerías subterráneas. Asimismo, el Faro de L’Îlet du Gosier encanta a los turistas que se acercan a Îlet du Gosier (en español, Islote du Gosier), ubicado justo frente a la ciudad.
A su vez, Saint-Anne es un destino costero por excelencia, con la Playa de Saint-Anne y sus aguas cálidas y de poca profundidad, lo que permite visualizar algunos peces; la Playa de La Caravelle, de arena blanca y agua transparente, en un ambiente absolutamente fantástico; y la Playa de Bois Jolan, cuyos cocoteros y la barrera de coral que se encuentra próxima a la tierra forman un entorno maravilloso.
Para quienes estén en busca de despojarse de sus ropas y disfrutar de la playa al natural, la opción es la Playa de Pointe Tarare, ubicada a 45 km de Le Gosier, muy próxima a la ciudad de St. François. Se trata de un sitio alejado, prácticamente sin infraestructura y donde inexisten los árboles que en otras partes ofrecen algo de sombra. Sin embargo, la belleza y tranquilidad del lugar seguramente hacen que la visita valga la pena.
Fotos: L’Îlet du Gosier, por rachel_thecat; y playa de Le Gosier, por Jukka (ambas en Flickr)