Este 6 de agosto Bolivia cumple 187 años de independencia, ya que en esta misma fecha, en 1825, nacía en la ciudad de Sucre una de las más jóvenes repúblicas de la América continental. En homenaje a este lindo país, haremos un recorrido por sus nueve departamentos, presentando algunos de sus principales atractivos turísticos.
Empezamos nuestro viaje por Bolivia en la denominada región oriental, que abarca el norte y el este del país, zona esta que corresponde a la parte amazónica del territorio boliviano. Allí se encuentran los departamentos de Pando, Beni y Santa Cruz. Pando es el menos poblado de los departamentos bolivianos, y al mismo tiempo el menos accesible. Su capital Cobija está en medio de la selva y es una buena opción internarse en ella y practicar el ecoturismo. Las Lagunas del Río Tahuananu, donde es posible pescar, y San Vicente, a orillas del Río Acre y donde se hallan restos fósiles muy bien conservados, son alternativas muy interesantes.
A su vez, Beni es un lugar donde la naturaleza está en todas partes. Sus principales destinos son Rurrenabaque y Guayaramerín, además de la capital Trinidad. Los paseos en barco a través de los ríos Beni y Mamoré son, asimismo, una maravillosa manera de conocer la selva amazónica, tan rica en flora y fauna. El tercer departamento para visitar es Santa Cruz, donde la capital Santa Cruz de la Sierra ofrece una exquisita gastronomía y sitios como las Lomas de Arena, una suerte de desierto de dunas a tan solo 12 km del centro. Las Misiones Jesuíticas de Chiquitos, con sus iglesias y aires coloniales, el Fuerte de Samaipata, la belleza de la pintoresca Vallegrande, los exuberantes parques Amboró y Noel Kempff Mercado y el impresionante Valle de Tucavaca son solo algunas de las maravillas que se puede mencionar de esta bellísima región boliviana.
En la región de los valles de Bolivia, de clima más templado y altitudes medianas, encontramos en Cochabamba, capital del departamento homónimo, el lugar ideal para disfrutar de los más deliciosos platos de la culinaria nacional. Allí también se sitúan el Cristo de la Concordia y, en los alrededores, la bella Quillacollo y el hermoso Parque Nacional Tunari. Un poco más lejos, los ríos, caídas de aguas e incontables atractivos naturales del Chapare fascinan a los turistas, así como ocurre con los visitantes de Sucre, la capital oficial de Bolivia y que conserva su lindísima arquitectura colonial en su centro histórico. El departamento de Chuquisaca también sobresale por lugares como la tradicional Tarabuco y la encantadora región de Cajamarca, Aritumayu y Chataquila. Ya en Tarija, la capital Tarija también atrae por su diseño arquitectónico, pero una visita a Villa Montes y a los famosos viñedos de la zona son además muy recomendables.
Por fin, tenemos la zona altiplánica, donde Oruro se destaca por su Carnaval y sus tradiciones, a la vez que La Paz dispone de un sinfín de lugares hermosos para visitar: la capital La Paz, donde se ubican el Valle de la Luna y el Valle de las Ánimas, el sitio arqueológico de Tiwanaku, el Lago Titicaca, la Isla del Sol, la Isla de la Luna, las Islas Flotantes, Copacabana y los Yungas. En el departamento de Potosí, los mayores atractivos son la capital Potosí y su Cerro Rico, además de la Casa Nacional de la Moneda y las diversas construcciones del periodo colonial. Pero es en la porción sur-occidental del departamento que se encuentran las más increíbles maravillas de este país sudamericano. Se trata del Salar de Uyuni, el mayor espejo de sal del mundo, así como la Laguna Verde y la Laguna Colorada, elementos que componen uno de los escenarios más fantásticos de todo el planeta.
Fotos: Salar de Uyuni, por Leonora Enking y Patrick Nouhailler; y Puerta del Sol, por Cocal (todas en Flickr)