En una anterior ocasión tuvimos la oportunidad de realizar un recorrido por la Isla del Sol, una de las maravillas encontradas en la porción boliviana del Lago Titicaca. Ahora llegó el turno de conocer la Isla de la Luna, que aunque es más pequeña y menos conocida, también reserva atractivos de los más interesantes al turista, con mucha historia y vistas deslumbrantes.
La Isla de la Luna, también conocida como Isla Koati, está ubicada al noreste de la Península de Copacabana, a 20 km de la ciudad de Copacabana y a 8 km al sureste de la Isla del Sol. Al turista le toman unas 2 horas desde Copacabana para llegar a nuestro destino del día, o 45 minutos desde la Isla del Sol, en ambos casos mediante lanchas, que cobran de Bs 30 a Bs 40 (algo entre 4 y 6 dólares) por la travesía.
Siendo este lugar un destino muy buscado por los visitantes nacionales y extranjeros que llegan a Bolivia, también es variada la oferta de guías y paquetes turísticos. Los tours guiados por lo general tienen un costo que fluctúa de 15 a 25 dólares, lo que incluye alimentación y explicaciones acerca de las ruinas encontradas en la isla, tanto en inglés como en español.
Considerada la segunda isla sagrada de los incas (la primera es la ya mencionada Isla del Sol), la Isla de la Luna alberga las ruinas del Palacio de Iñak Uyu, denominado también Ajllahuasi de Koati, Palacio de las Vírgenes del Sol o Casa de las Escogidas Vírgenes del Sol, donde vivían las llamadas vírgenes del sol. Este lugar, que fue construido por orden del Inca Tupac Yupanki, tiene paredes hechas de piedra unida con barro, y es accesible luego de subir tres niveles de terrazas de cultivo.
Desde la pequeña y escarpada Isla de la Luna, es posible también apreciar vistas espectaculares, como lo son una panorámica del Lago Titicaca y la visión majestuosa de la Cordillera Oriental, con el imponente Nevado Illampu destacándose en el horizonte. Las ruinas de Uñak Uyu, lugar que en el pasado solo podía ser visitado por el emperador inca, hoy se mantienen como vestigio de esta antigua civilización, cuyos descendientes habitan hasta hoy la isla, dedicándose a la agricultura, al pastoreo y a la venta de artesanías a los turistas.
Fotos: Isla de la Luna, por Robert Cutts y uncorrectedproofs (ambas en Flickr)