Ya hemos hablado en otras ocasiones del norte del litoral paulista, en Brasil, pero aún faltaba realizar un recorrido por San Sebastián, una ciudad que congrega mucha historia, con su centro bien preservado y su arquitectura colonial, y desmesurada belleza, con hermosas playas de inolvidables atardeceres y paisajes deslumbrantes, que se prestan al ecoturismo y a la aventura.

San Sebastián (que en portugués se denomina São Sebastião) tiene alrededor de 75 mil habitantes y está ubicada a 209 km de la capital del estado, São Paulo, entre Caraguatatuba y Bertioga, de frente a la isla de Ilhabela. Con mucha vegetación, 36 playas y un centro histórico en el cual hay siete manzanas preservadas como patrimonio municipal, la ciudad es sin duda alguna uno de los destinos más interesantes del litoral paulista.

La región central de San Sebastián presenta dos partes. Una de ellas, la más antigua, es el centro histórico, constituido por casas del periodo colonial de Brasil, muchas de ellas hoy convertidas en bares, restaurantes y hoteles. Allí están también la Iglesia Matriz de San Sebastián, el Convento de Nuestra Señora del Amparo, el Convento Franciscano y el Museo de Arte Sacra.

Por su parte, la porción más moderna del centro se encuentra cerca de la costa, y dispone de una gran infraestructura para recibir al turista, con muchos bares, choperías, restaurantes, pizzerías, heladerías, locales comerciales y casas nocturnas, además de ferias de artesanía. La Rua da Praia (Calle de la Playa) concentra gran parte de estos establecimientos, con una noche muy animada y mucha diversión.

A los interesados en el ecoturismo ciertamente les gustará saber que San Sebastián cuenta con fantásticas sendas para recorrer. Ese es el caso de la Senda Centro-Guaecá, de 6 km de extensión, donde el turista tiene una vista panorámica de la Playa de Guaecá; de la Senda del Antiguo Camino de Limeira, ideal para un paseo a caballo o en mountain bike y que permite visualizar la belleza del Canal de San Sebastián; y de la Senda de la Playa Brava, que pasa por lindas cataratas y bosque rico en flora y fauna.

El turista tampoco debe perderse las caídas de agua de la ciudad. Boiçucanga, Camburí, Maresías y Toque-Toque Grande son algunas de las cascadas de rara belleza que se encuentran en el municipio. Asimismo, es muy recomendable una visita al Sitio Arqueológico de San Francisco, ubicado en el barrio homónimo, una zona de pescadores que alberga una antigua hacienda de esclavos, con escalinatas de piedra, acueductos, arcos y objetos de la época colonial.

Las playas de San Sebastián son tan lindas y con tantos atractivos que es imposible resumir en pocas líneas sus encantos. Es posible recomendar, sin embargo, la mencionada Playa de Guaecá, muy buscada por aficionados del surf y también de ala delta y paraglider, quienes saltan del Cerro de las Siete Vueltas. Además están Toque-Toque Grande y Toque-Toque Pequeño, ambas de aguas calmas y mucha tranquilidad, con posibilidad de practicar el buceo, opción disponible igualmente en la Playa Barra do Una.

Entre las playas más frecuentadas de San Sebastián, están tres que se ubican una al lado de la otra. Son ellas la Playa de Boiçucanga, con campings y una gran infraestructura hotelera y gastronómica, la Playa de Camburí, de aguas agitadas y tonos entre el azul claro y el verde, con características similares y además muy buena para el surf, y la Playa de Maresías, igualmente buscada por los amantes del surf y considerado un punto de encuentro de la juventud paulista.

Fotos: Playa Barra do Una, por Eduardo Mineo; Playa de Guaecá, por Avá Araujo; y Playa Boiçucanga, por Dan Vitoriano (todas en Flickr)


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