Situada en el litoral paulista, Bertioga se encuentra en la región de Santos, en Brasil, justo entre esta ciudad y San Sebastián. Con alrededor de 50.000 habitantes, se destaca por su tranquilidad y belleza, recibiendo sin embargo una buena cantidad de turistas en los feriados, atraídos por los hermosos paisajes naturales de que dispone y sus apacibles playas.
De clima subtropical húmedo, con veranos cálidos e inviernos amenos y a tan solo hora y media de distancia por tierra desde São Paulo, la ciudad es rica en atractivos turísticos. Uno de los principales es el Fuerte de San Juan de la Bertioga, concluido en 1710 y construido en albañilería de piedra y cal. Actualmente cuenta con exposiciones y salas temáticas. A su lado está el Parque de los Tupiniquins, donde se encuentra la estatuta del cacique Cunhambebe, que vivió en el siglo XVI.
Considerada la entrada al litoral norte paulista, Bertioga dispone de un lindísimo circuito de playas. Con 12 km, la Playa de la Ensenada es la más extensa y una de las más frecuentadas, y dispone de ciclovía, kioscos, una plaza de deportes radicales y buena infraestructura. Está próxima al centro, al igual que Playa de Vista Linda y Playa del Indaiá, ambas de mar bastante calmo.
Aún en la costa, se encuentran la tranquila Playa de Guaratuba, de mar abierto, arena clara y aguas limpias, y donde desemboca el Río Guaratuba, un excelente lugar para la pesca; y la Playa de Boracéia, ubicada en límite con San Sebastián y que posee una extensa franja de arena, donde diferentes kioscos ofrecen exquisitos platos de la culinaria local, siendo este un sitio de mucho más movimiento turístico.
Tampoco se puede dejar de nombrar a la Playa de Itaguaré, que es muy buscada por los practicantes de deportes como el surf y el bodyboarding. Semidesierta, es famosa por las barracas donde se sirven ostras y otros frutos de mar. A su vez, la Playa de São Lourenço, localizada en la zona conocida como Riviera de São Lourenço, se caracteriza por sus aguas transparentes, pero de fuertes olas, razón por la cual los amantes del surf también suelen frecuentarla.
Quienes estén en busca de otras maravillas aparte de la costa pueden visitar la pequeña Villa de Itatinga, de acceso restringido y hacia donde se llega luego de una travesía en ferry boat por el Río Itapanhaú y más 7 km de percurso en tranvía al pie de la Sierra del Mar. Paisajes exuberantes, repletos de vegetación y animales, ríos y caídas de agua encantan al turista que se interna en un riquísimo ecosistema que es parte de la Mata Atlántica.
Fotos: Bertioga, por Marina Almeida (las dos primeras) y bumbs (todas en Flickr)