A 65 km de Antofagasta, en el norte de Chile, se encuentra Mejillones, un pueblo pesquero de incontables encantos, entre los cuales se destacan la hermosa costa frente al Océano Pacífico, que contiene algunas de las playas más lindas del país, y también edificios históricos que convierten esta pequeña ciudad en un destino aun más encantador.
Entre los edificios históricos de la ciudad, sobresale el pintoresco Templo Católico Corazón de María, compuesto por tres naves y un torreón central y construido con madera de pino oregón a principios del siglo XX; también el edificio del Ex Servicio de Aduanas, de la misma época y donde hoy funciona el Museo Histórico y Natural de Mejillones; el Juzgado de Sub-Delegación, de estilo neoclásico inglés; la Capitanía de Puerto, cuya fachada apunta hacia el océano y tiene un lindísimo diseño, hecho por el arquitecto Leonello Botacci, el mismo del Cementerio Municipal de Mejillones, que posee un frontispicio realmente hermoso.
Situada a una distancia de 3 km al norte del centro, está el Mirador Las Tortugas, que recibió esa denominación gracias a las tortugas verdes que antiguamente habitaban el lugar, donde hoy se encuentra una pequeña escultura representando al animal, así como un parque. La vista es simplemente maravillosa, como también lo es el panorama que se puede apreciar desde el Mirador de Punta Angamos, a 15 km de la ciudad y desde donde es posible observar a los lobos marinos que viven en los alrededores del sitio y proporcionan un espectáculo inolvidable.
En cuanto a las playas, se destacan: Playa Chacaya, de aguas cálidas, bellas puestas de sol y buena infraestructura, con kioscos, camping y posibilidad de practicar deportes náuticos; Playa La Rinconada, al borde del cerro San Luciano, que contiene murallas naturales que aseguran deliciosos paseos y observación de la rica fauna local, en un sitio ideal para la pesca, la natación y el buceo; y las apacibles Punta Rieles y Playa Ancora, donde reinan la tranquilidad y los paisajes de ensueño.
Tampoco se puede dejar de mencionar Punta Itata, frecuentada por amantes de la natación, del buceo y del esquí acuático, además de practicantes de muchos otros deportes, entre los cuales están el kayak, el surf y el bodyboard. Sus bellos atardeceres y abundante fauna la convierten en un excelente sitio para caminar y tomar fotografías. No muy lejos de allí, separada por algunos islotes, se encuentra Hornitos, un balneario de arena fina, aguas temperadas y olas suaves. Naturaleza bien conservada, aspecto de desierto, caletas de pescadores y casas de veraneo componen el horizonte de este lugar, que se encuentra en medio de preciosos acantilados rocosos que difícilmente saldrán de la memoria del turista.
Fotos: playa de Mejillones, por Katherine Medina; y Capitanía de Puerto, por Victorddt (ambas en Flickr)