Cochabamba, el tercero mayor centro urbano de Bolivia, tiene en su arquitectura y clima algunos de sus principales atractivos, pero sin duda la ciudad es conocida nacionalmente como el mejor lugar del país para disfrutar de la riquísima gastronomía local, con platos de origen criollo que dan muestra de la gran variedad y sabor de la comida andina.
Ubicada en los valles y dueña de un clima bastante agradable y con temperaturas normalmente medianas (ni demasiado calor, ni frío intenso), Cochabamba es una ciudad de bastante movimiento, debido a que está en la mitad del camino entre las dos principales urbes del país, La Paz y Santa Cruz de la Sierra. Además, queda en el centro de Bolivia, siendo por eso un importante y estratégico centro económico, turístico y comercial.
El centro de la ciudad es muy interesante de recorrer, con plazas como la Colón y la 14 de Septiembre (que es la principal y donde se encuentra la Catedral Metropolitana). Otros templos para visitar son: Santo Domingo, San Francisco, Santa Teresa, Santa Clara y el de la Compañía de Jesús. Por esas calles, edificios modernos hacen contraste con construcciones de siglos pasados, dando un marco bastante particular a la región central cochabambina.
Fuera del centro, son bastante recomendables las visitas al Palacio Portales, la antigua residencia del Barón del Estaño, Simón Patiño, y a la fundación que lleva su nombre. A su vez, el Museo de Arqueología tiene importantes colecciones de diversas culturas, como la inca, la de Tiwanaku y la de Paitití. El Parque Nacional Tunari, muy cerca de la ciudad, también es un atractivo natural de gran valor, además de estar considerado como el pulmón verde de la urbe.
Entre los monumentos, se destaca el de las Heroínas de la Coronilla, situado detrás de la terminal de buses, y que rinde honor a las mujeres que lucharon por la independencia. Luego de recorrer el camino que lleva hasta dicho monumento, se puede apreciar una vista de buena parte de la ciudad, así como conocer un sitio histórico, donde se ha llevado a cabo una de las batallas más importantes de la lucha por la libertad.
Pero sin duda la más emblemática tarjeta postal de Cochabamba es el Cristo de la Concordia, la mayor estatua del hemisferio sur y una de las más grandes del mundo representando a Jesucristo, con un total de 40,44 metros de altura, incluyendo la base. Se puede hacer la subida en auto, teleférico o a través de sus 1.399 gradas para llegar al pedestal; y también es posible caminar hasta los brazos de la imagen, mediante escaleras en su interior. En cualquier caso, desde arriba, el turista tiene una visión total de la capital cochabambina.
Al margen de todas las atracciones de la capital valluna, está la Cancha, que pese a no ser incluida con frecuencia en medio a la oferta turística de la ciudad, es de enorme interés para el visitante, pues se trata de una especie de mercado de pulgas donde es posible encontrar de todo, a precios bajos y siempre con la posibilidad de regatear. En efecto, el regateo es una práctica típicamente cochabambina, de tal manera que el turista no debe dejar de ir a este lugar, ni de pedir rebaja para realizar mejores compras.
Cochabamba es, en resumen, una ciudad muy interesante para visitar, y más aun si se lo hace con tiempo para probar su deliciosa culinaria. Sus platos tradicionales, como el chicharrón, el pique macho, el silpancho, el p’ampaku y la jaka lawa, se pueden acompañar con una típica chicha (bebida fermentada de maíz) y constituyen una riqueza cultural que merece otro texto para hablar específicamente de esa vocación gastronómica.
Foto: riunegro (Flickr)