Aunque es actualmente la ciudad más grande y poblada de Bolivia (con 1,7 millón de habitantes y más de 2,1 millones en su región metropolitana), Santa Cruz de la Sierra es vista muchas veces como un lugar de paso para los turistas extranjeros, que prefieren visitar destinos más conocidos del país, como el lago Titicaca, el salar de Uyuni y Tiwanaku.
Santa Cruz de la Sierra tiene el aeropuerto con mayor número de pasajeros de Bolivia, el Viru Viru, hacia donde llegan visitantes de otros países de América Latina y del mundo, a través de diferentes conexiones aéreas. Muchos de ellos siguen camino a Cochabamba o Sucre, por ejemplo, pero la ‘Ciudad de los Anillos’, como es llamada la capital cruceña debido a su interesante diseño de vías circulares en torno al centro, también tiene atractivos que la hacen digna de recorrer, separando al menos un par de días para cumplir dicho objetivo.
Una de las características de Santa Cruz son sus calles muchas veces llenas de tierra, el calor intenso y la vegetación que está presente en casi todas partes. La ciudad no tiene nada que ver con la imagen andina que normalmente el extranjero tiene de Bolivia, ni en su geografía, clima o topografía, tampoco en sus costumbres y tradiciones. Los edificios modernos y empresas que evidencian el rápido crecimiento económico de la urbe constrastan con construcciones más humildes y problemas visibles y típicos de una ciudad tercermundista.
Entre los lugares más interesantes que el turista puede visitar en Santa Cruz de la Sierra se encuentran:
Casco Viejo: el centro de la ciudad tiene todavía algunas construcciones antiguas y, aunque no está tan bien conservado como en otras ciudades del país, merece la visita, especialmente la plaza principal y la catedral metropolitana.
Cabañas del río Piraí: ubicadas al margen derecho del río Piraí, las cabañas tienen como principal atractivo una oferta gastronómica variada, con platos y horneados típicos de la región.
Jardín Botánico: situado en las afueras de la ciudad, cuenta con 500 especies catalogadas de la flora, además de otras 1.000 que todavía están a la espera de catalogación; diferentes especies de animales habitan también el parque.
Manzana Uno: está detrás de la plaza principal y se trata de un espacio al aire libre apto para el esparcimiento y dotado además de una galería de arte cerrada y de una suerte de fuente de agua, con varios asientos distribuidos por el lugar.
Parque Regional Lomas de Arena: se encuentra a 12 km al sureste del centro y está constituido por un deslumbrante paisaje formado por dunas y lagunas naturales; es muy parecida a un desierto.
Zoológico Noel Kempff Mercado: especializado en la fauna sudamericana, cuenta con ejemplares de pumas, panteras, el oso de anteojos (conocido como jucumari), llamas, cóndores, flamingos, serpientes y otros.
Fotografía de las Lomas de Arena, por Gabriel Millos (Flickr)