En muchas ciudades del mundo existen diferentes sectores de la población que viven en estado marginal de los cuales un alto porcentaje de menores de edad piden dinero o limosna ya sea de forma independiente y en otros casos trabajando para una red de explotacion infantil.
Por lo general estas menores de edad piden dinero o limosna a los turistas debido a que estos son mas suceptibles de acceder a sus peticiones ademas de no conocer bien el entorno, estos «indigentes» están ubicados en diferentes puntos de la ciudad de alto trafico turístico. Es posible que muchos turistas piensen que el dar limosna es una buena acción sin embargo la realidad es otra: muchos indigentes que piden dinero no lo hacen con el fin de conseguir alimentos sino para consumir drogas, sustancias prohibidas y en la mayoría de casos el dinero no es utilizado por la persona sino que es entregado a un «jefe» el cual es integrante de una red de explotacion infantil.
Si bien esta situación es responsabilidad exclusiva del gobierno o autoridad local (debido a falta de programas de inclusión social, oportunidades de empleo, protección de menores, etc.) también es importante destacar que las personas que dan limosna contribuyen indirectamente a que este sistema de explotación continué o que el afectado no vea otro camino viable que no sea la mendicidad o el pedir.